martes, 13 de enero de 2015

FÚTBOL EN LA GRAN PANTALLA: UN '11' DE CINE


Dicen que el fútbol es el deporte rey y que el cine es el séptimo arte, así que teniendo en cuenta estas premisas y con la consciencia plena de que la mejor manera de volver a la rutina es poniendo en funcionamiento la imaginación (combinada con una dosis de humor), ¿Por qué no unir ambas disciplinas?
El Número 1 se va a tomar la licencia surrealista de resolver la duda sobre cómo sería la mejor alineación futbolística de la historia del cine. El resultado será un '11' repleto de estrellas hollywoodienses con un rol bien definido en el equipo... Empieza el juego:

La estrategia está bien clara. Se trata de un 4-3-3 propio del fútbol moderno...



En la portería, como no podía ser de otra manera, se encontraría Sylvester Stallone. 
Sin duda, su entrenamiento 'bajo palos' en Evasión o Victoria acompañado por los Pelé, Ardiles, Bobby Moore y compañía, su resistencia en Rambo y su entrega en Rocky, le facilitarían un sitio como guardameta en tan exigente formación...



Como centrales encontraríamos a dos tipos con tanta jerarquía como seguridad en su labor. Hacen todo lo que se puede hacer y lo hacen bien. Hablo de Daniel Day-Lewis y Denzel Washington. El primero sería capaz de hacer un biopic (para seguir a la moda actual) del mismísmo Franz Beckenbauer, y el segundo no creo que tuviera ningún problema en resolver milimétricamente cada jugada al corte, con la precisión que mostró en The Equalizer.
Dos perros viejos al más puro estilo Maldini y Costacurta.


De lateral derecho, lo siento por sus detractores, pero me decantaría por Edward Norton. ¿Por qué? porque nunca falla. Elegirle es asegurar mi defensa y convertir mi equipo en algo así como El Club de la Lucha.




En el lateral contrario, sería necesaria una dosis de rapidez endiablada para hacer sangre en la telaraña defensiva rival. No se me ocurre otro puñal más eficaz que Uma Thurman, versión Kill Bill, la cual sé que no tendrá ningún problema en arrancar un ojo al rival, o bien en versión Pulp Fiction, porque sé que correrá hasta que haya que reanimarla de un pinchazo en el pecho en el minuto 93...

Con mi defensa asegurada, es hora de ir al centro del campo...


No hace falta haber visto mucho cine para saber que una tripleta todocampista formada por Robert De Niro, Al Pacino y Marlon Brando estaría al nivel de los Xavi-Iniesta-Busquets, Ancelotti-Rijkaard-Gullit o Makelele-Vieira-Zidane. El único problema que queda patente es la falta de pulmones ante las cantidades inimaginables de nicotina que pueden haber ingerido estos actores a lo largo de su vida... Pero aún así, eso no supondría ningún contratiempo grave, esta Familia Corleone en el centro del campo estará presente de generación en generación...

Si tengo que pensar en una delantera a la altura de la BBC (Benzema, Bale y Cristiano) o de la... MLN -por ejemplo- (Messi, Luis Suárez y Neymar), escogería una artillería muy pesada... Con tanta capacidad de mando, tanta inteligencia y tanta sangre fría resolutiva como se pide en un delantero.


Walter White (y no Bryan Cranston) sería el delantero por la izquierda. A pesar de tener un cáncer de pulmón terminal, precisaría de su infinito coeficiente intelectual y de su pinta de 'no haber matado una mosca', para demostrar al adversario que sí, las mata, y además las mata a la perfección.


En el centro estaría un 'inmenso' James Gandolfini, (me habría gustado alinear a Humphrey Bogart, pero el Jefe es el Jefe y no quiero correr la misma suerte que unos cuantos amigos de New Jersey...)


Y por último, necesitaría resolver el conflicto físico de la delantera con un Matthew McConaughey disfrazado de Rust Cohle solucionando el problema y eliminando las posibilidades de victoria del rival, cueste lo que cueste...

Una vez perfilada nuestra formación, ¿Qué sería de un gran equipo sin una buena dirección ténica, táctica y política-económica?
Pues sí, como todos estábais pensando, Francis Ford Coppola sería el único entrenador capaz de gestionar tal batería de egos, del mismo modo que Martin Scorsese y Woody Allen decidirían en los finales apretados y pararían el juego mentalmente para comentarlo, respectivamente, como segundos entrenadores. El director deportivo del club y ojeador sería un buen agente secreto bitránico como puede ser Sean Conney, 007, y el presidente (perogrullo), Stanley Kubrick, el único capaz de hacer real este conjunto de gloria y no convertirlo en una Odisea al Espacio.

PD: ¿Alguien duda que los preparadores físicos serían Clint Eastwood en El Sargento de Hierro y Ronald Lee Ermey en La Chaqueta Metálica?



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