lunes, 4 de mayo de 2015

REDENCIÓN SINE QUA NON


Como si de un fin de semana redentor se tratara, Jorge Lorenzo purificó los errores pasados tirando de trayectoria y mostrando su lado más dominante e incontestable en un circuito de carreras. Marc Márquez, por la parte que le tocaba, cruzó la meta segundo, aprobando una reválida que sería corregida por el eterno ídolo y refente, Valentino Rossi, el cual oscultó a todos sus pacientes desde una tercera plaza del podium válida para alargar su felicidad juvenil y subirse al cajón por vez número 200.

El espectáculo convergió en un mismo punto, el que siempre marca gustosamente Jerez de la Frontera en forma de Gran Premio.


No obstante, la cita andaluza sólo puede suponer un aperitivo para lo que viene a continuación...


Todo el planeta ha decretado por decisión unánime que el indiscutible vencedor de la semana, del mes y del año no sea otro que el eterno BOXEO, y es que tras 1000 millones de dólares y unos niveles de audiencia sin parangón se ha corroborado que el pugilismo sigue más vivo que nunca, también mediáticamente.


Fueron Manny Pacquiao y Floyd Mayweather los elegidos para enfrentar brillantes carreras, prestigio, historial y fama a través de estilos brutalmente opuestos en una velada de locos en el MGM de Las Vegas.

Asalto a asalto, la decepción de los que buscaban una pugna vistosa con Pacman a la cabeza, se contraponía al reconfortante gozo de alguien que apostó por ganar el combate minuto a minuto, exprimiendo los 12 asaltos y utilizando una rápida y veloz defensa como el mejor ataque, hasta el punto de desquiciar a su oponente filipino. 

Money Mayweather, el mejor boxeador libra por libra de la historia (quizá gracias a eso), dio otra muestra más de su control milimétrico dentro y fuera del ring así como de su capacidad para seguir invicto (48-0) tras casi 19 años de carrera profesional.


Aunque si hablamos de trayectorias deportivas, con total seguridad durante los próximos días se sucedan los homenajes a una de las más señaladas en las dos últimas décadas. Ésa que empezó en una pequeña ciudad de Texas llamada San Antonio hace casi 20 años gracias a una manera de entender el baloncesto y que, probablemente, finalizó la madrugada del sábado al domingo, 5 anillos después.


La misma noche en la que todo el globlo terráqueo revitalizó y disparó el boxeo hasta cotas inimaginables, los Spurs de Tim Siglo XXI Duncan, Tony Parker, Manu Ginóbili, Kawhi Leornard y, por supuesto, Gregg Popovich, vieron como Chris Paul, el mejor base de los últimos 10 años, incrustaba un tiro a tabla ganador en el último segundo del séptimo partido de playoffs, poniendo el cerrojo a sus aspiraciones.

Nunca resulta fácil ver el adiós de las leyendas, mucho menos si hablamos del mejor ala-pívot de la historia y del equipo que ha dominado la NBA con tanta voracidad como clase hasta junio de 2014. Pero la realidad es que mientras la edad no pasa en vano, los vengadores y aspirantes se multiplican (Doc Rivers y los suyos llevaban mucho tiempo detrás de esto...)


Aún así el nivel mostrado por el buque insignia número 21 de los Spurs durante esta fase final invita a seguir soñando por lo menos un año más...

En definitiva, pasarán los años y cambiarán los protagonistas, pero como la historia ha demostrado estos últimos días, los grandes acontecimientos deportivos siempre vuelven, y nosotros, los aficionados, estaremos aquí para verlo y para contarlo, regalando un aplauso a las leyendas y al espectáculo una vez más, como condición sine qua non...

Sed felices.

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