jueves, 15 de diciembre de 2016

LA IRRUPCIÓN DE TODO LO DEMÁS


Algo se mueve en la plantilla del Real Madrid, ese lugar donde debe obtenerse el rédito máximo per se, pero donde las camisetas más vendidas contemplan 3 iniciales: BBC.
La realidad es que la selva dibujada tras el trío atacante no declina en su tarea de ser el oxígeno del equipo. Sí, esa base silenciosa que impide una derrota desde abril. Porque para regocijo de Zidane, el juego de conexiones y permutas entre los demás está reinventando el topicazo de siempre, eso de "jugar en el Real Madrid".

Lucas Vázquez fue el primero. El pionero en la tanda de Milán, el único en pegarse a la cal como hace 20 años, y el elegido para agitar los encuentros fluctuando entre la fauna. Un estilete para construir, junto a otro para destruir: Carlos Henrique Casemiro, o lo que es lo mismo, la definición de todo lo demás. Un jugador empeñado en decir que no, que en el medio no está la mediocridad, y que ha acabado afianzando una idea: con él, Kroos y Modric venden más. Aunque lo del croata va aparte. Que nadie se olvide quién sigue siendo el jefe, pero no sólo de su parcela, sino de todo el equipo. El Balón de Oro es suyo, y por eso ha hecho su trabajo: cedérselo al 7 para que acabe en la red.


Pero lo interesante en el medio no acaba ahí. Mateo Kovacic resulta que siempre tomó nota y las lesiones de alguno de los demás nos han regalado su jerarquía incipiente, algo que parecía haber perdido Isco pero, como los genios, recuperó con clase una noche cualquiera [para él] en el Vicente Calderón. Sólo faltaría James, única asignatura pendiente de Zizou, que lucha por no seguir río abajo.

Si analizamos la defensa, esa competencia feroz crónica ya nos regaló a Varane hace tiempo, pero ahora resulta que llega Nacho, otro de esos impermeables al error. Aunque si seguimos, pasamos por el 2 y el 12 (que carecen de suplente porque no pueden ausentarse), y llegamos al 4, al del capítulo aparte.


Sergio Ramos es imperfecto, incluso diría que irregular, pero con todo, el mejor central de la historia del club. Curiosa paradoja la del adalid de las remontadas, capitán de todos, pero más en concreto, de esta corriente de los demás: lo que representa.

Y así llegaríamos a Keylor y a Casilla (vaya inicio de temporada), y otra vez a la BBC. Aunque mejor detenerse en el puesto de 9, ése que tanta polémica suscita, pero ése que ahora mismo contrapone 3 perfiles diametralmente diferentes: Benzema, Morata y Mariano (un bonus track, [¿todavía por hacer?] mitad Morata, mitad Benzema).

Parece que, al fin, el presupuesto se corresponde con la realidad, individual y colectivamente. Las esencias se han destapado con una filosofía capital en esto: bajarse al barro y batirse sobre el verde. Estos son los andamiajes que Zinedine Zidane ha vertebrado, y la justificación de que, aunque los goles, las camisetas y los premios son para otros, sólo las plantillas así te colocan en la historia.

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