lunes, 31 de diciembre de 2012

MICHAEL JORDAN, silenciaba el mundo con una genialidad.




- ‘Esta noche Dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto’ Larry Bird (1986), jugador de Boston Celtics. 

Segundo año de Jordan en la NBA. Una lesión sólo le había permitido jugar 18 partidos en la temporada regular, pero aún así, los Bulls se clasificaron para disputar el playoff por el título. En primera ronda les esperaban los todopoderosos Boston Celtics, con Larry Bird a la cabeza. Aquel 20 de Abril de 1986, en el segundo partido de la serie, se pudo ver una de las mayores exhibiciones individuales de la historia del baloncesto al máximo nivel. Tras dos prórrogas los Bulls finalmente perdieron, pero ese es un dato que casi nadie recuerda de aquella noche. Ni falta que hace. Porque lo que trascendió fueron los 63 puntos de Jordan (record aún vigente en la NBA en un partido de play-off) y la mítica frase de un Bird aún estupefacto.






-‘Si Jordan va al baño, nosotros vamos con él.’ Chuck Daly (1989), entrenador de Detroit Pistons. 

A finales de los 80 Jordan era literalmente imparable. Los Pistons habían armado un equipo muy potente para aspirar al título, y los Bulls (es decir, Jordan) eran un obstáculo en crecimiento en su propia Conferencia. Chuck Daly y su equipo de ayudantes idearon una maraña defensiva que limitara, incluso con métodos expeditivos, la aportación ofensiva de Michael. La prensa, siempre propensa a etiquetar, denominó a estos sistemas ‘Jordan Rules’. En los partidos entre Chicago y Detroit se podían ver dobles y triples ayudas, defensores alerta e hiperactivos y persecuciones asfixiantes, pero también faltas personales sin contemplaciones, provocaciones verbales y hasta agresiones.





-‘Defenderle es como una pesadilla. No dejo de soñar con ello. Especialmente, cuando saca la lengua.’ Craig Ehlo (1989), jugador de Cleveland Cavaliers. 

Aparece de figurante de lujo en dos de las jugadas más famosas de Jordan: el 'tiro a la remanguillé' tras un garrotazo de Ehlo y la increíble suspensión denominada simplemente como 'The Shot' donde el escolta de los Bulls parece que se queda flotando en el aire hasta que Ehlo pasa de largo y le deja vía libre para lanzar sobre la bocina. Una canasta en el último segundo que valía el paso de ronda de play-off y que fue la guinda de otro partidazo individual: 44 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias. Como para no soñar con Jordan (y su lengua).






-‘Esta es para ti, baby.’ Michael Jordan (1991). 

Dikembe Mutombo, intentando desestabilizarle para que falle, le pica diciendo que no se atreve a lanzar con los ojos cerrados. -¿Eres un gallina, McFly? Jordan acepta todos los desafíos y le dedica la canasta al pívot de origen africano.






‘Sentía que mis lanzamientos triples parecían tiros libres.’ Michael Jordan (1992). 

El primer partido de las finales de 1992 duró el tiempo que tardó Jordan en anotar seis triples y alcanzar los 35 puntos. Es decir, los dos primeros cuartos: Jordan en fase de lujo. En un gesto para la galería, sabiendo que todas las cámaras y miradas le seguían tras anotar su sexto triple, Jordan se giró hacia la posición de comentaristas donde se encontraba Magic Johnson y se encogió de hombros, lo que venía a decir que “a veces soy tan bueno que yo tampoco me lo explico”





‘Y Michael me dijo: hay un nuevo sheriff en la ciudad.’ Magic Johnson- 

En la preparación del 'Dream Team' para los Juegos Olímpicos de Barcelona. El partidillo de entrenamiento que realizó la selección norteamericana a puerta cerrada en Montecarlo se ha convertido en leyenda. Alguno de los presentes lo ha descrito como el mejor partido de baloncesto de la historia y todo a raíz de un error de cálculo de Magic Johnson: picar en exceso a Jordan, que se lo tomó, una vez más, como un desafío personal. El resto de jugadores se involucraron en la disputa sacando lo mejor de su repertorio. Michael jugó como si le fuese la vida en ello, hasta que su equipo ganó. Al retirarse a los vestuarios, se acercó a Magic y le dijo lo que ya era una realidad en la liga: la era de Magic y Bird había pasado y Jordan era el dominador de la NBA y el baloncesto mundial.




-‘ You’re fucking unbelievable!’ Steve Kerr (1998), jugador de Chicago Bulls. 

Apenas quedan 42 segundos del sexto partido de la final de la NBA de 1998. Los Bulls pierden 86-83 frente a los Jazz, en ese polvorín llamado Salt Lake City. En seis segundos el marcador se ajusta aún más por una entrada de Jordan, así que, al menos, quedan un par de posesiones. Lo más razonable para Utah es jugar largo e intentar asegurar una canasta o cobrarse unos tiros libres. Y qué mejor forma que darle el balón a Karl Malone al poste bajo. Jordan, que parecía haberse quedado despistado en un bloqueo, le roba el balón a Malone. Ahora restan 18 segundos. Jordan rompe la cintura a Bryon Russell y anota un tiro abierto desde 6 metros, posando incluso para las fotografías con la muñeca flexionada y logra la considerada mejor canasta de la historia.. A falta de poco más de 5 segundos, Chicago gana de un punto. El lanzamiento final de Utah no entra y Jordan levanta seis dedos: ha ganado el sexto anillo y el sexto MVP de las finales, en 40 segundos, Jordan ha anotado 4 puntos (45 en total) y robado un balón a la estrella rival. En medio de la piña de celebración, la televisión capta el grito de Steve Kerr, que resume lo que todos pensamos: Jordan es jodidamente increíble.

-‘ Mi deseo de ganar siempre va a ser joven. Mi amor por el juego siempre va a ser joven.’ Michael Jordan (2003).

Aquel partido entre Wizards y Nets, en febrero de 2003, fue la 173ª ocasión que Jordan anotaba más de 40 puntos (43, esta vez); además, cogió 10 rebotes y robó 4 balones. Un partidazo individual, aunque no fue una estadística excepcional para alguien como Michael. Lo extraordinario de esta actuación es que Jordan tenía ya 40 años.

-‘Lo bueno de defender a Michael Jordan es que luego sales en todos los posters cuando él esta machacando el aro’

-‘Jordan ya no penetra, sólo tira de media distancia’ George Karl.

Al día siguiente, Michael le metio 50 puntos al equipo entrenado por Karl... sin un sólo tiro de media distancia.

-‘Al final del primer cuarto Michael llevaba 0 puntos y se me ocurrió decirle que le estabámos parando. Al final del partido, se me quedó mirando justo después de meternos 52" Steve Smith (entonces jugador de Atlanta Hawks).

-‘Nunca olvidaré mi primer partido contra Jordan. Estaba muy motivado y metí los primeros 2 puntos de nuestro duelo particular. Mike metio los 42 siguientes’

Steve Kerr (en sus inicios en la liga en los Cleveland Cavaliers).

-‘Jamás olvidare el partido en el que entre Michael Jordan y yo metimos 70 puntos’ Stacey King, tras el partido Cavs-Bulls en el que Jordan metió 69 tantos.









Quizá ya tocaba, es Navidad y he decidido que el protagonista de la actualización de estos días sea un tal Michael Jordan. 

Estas frases que habéis podido leer de él reflejan, describen y definen quién fue este señor, no sólo en el mundo del baloncesto, sino también en el mundo del deporte y la historia.

Probablemente no todos conozcáis su vida y sus logros, pero seguro que su nombre os suena, seguro que la camiseta roja de Chicago Bulls con el número 23 también os suena…

Lo mismo me pasaba a mí, Jordan, Jordan, Jordan… ¿Quién era Jordan?

Hasta que un día decidí buscar información sobre él. En el buscador apareció un vídeo, ‘Concurso de mates de 1988’, un chaval joven, volaba desde el tiro libre para hacer un mate, quedando suspendido en el aire dejando una imagen realmente espectacular, increíble e histórica, dejando a público y jurado con la boca abierta, arrancando posteriormente los aplausos de la gente todavía sorprendida. Era Michael Jordan. Por fin.







Por este mate recibió una valoración de 50 puntos, 5 dieces, lo máximo. Ganó el concurso a otro especialista como Dominique Wilkins, ya que dió una exhibición de cómo colgarse del aro. 




Así que sin salir de mi asombro, decidí saber más de esta figura, de esta leyenda. Leí un libro titulado 'Michael Jordan, Rey de reyes' de Jesús Sánchez, y entre otras cosas descubrí que Michael Jeffrey Jordan a lo largo de su vida, no ha parado de superarse a sí mismo, de demostrar quién es realmente, de callar muchas bocas. De modo que muchos aficionados se plantean si fue el descomunal talento o el voraz instinto competitivo lo que hizo de Jordan el mejor jugador de baloncesto de la historia.




Ya desde muy pequeño, en la década de los 70, una profesora le aconsejó que en un futuro estudiase matemáticas, que ahí es donde estaba el dinero, ¿acaso no veía la posibilidad de que el joven Mike triunfase en la NBA?, pues bien, el sueldo que cobró de Chicago Bulls la temporada 1997-1998 es el más alto pagado jamás en la NBA (unos 33 millones de dólares… de la época). Es mucho dinero. Pero apenas es la mitad de lo que se embolsa por sus contratos publicitarios, que le siguen suponiendo del orden de 60 millones de dólares al año. Jordan aprendió matemáticas contando billetes. 

Posteriormente, en 1978 en su primer año en el instituto, no pudo entrar en el equipo de baloncesto. La plantilla estaba prácticamente cerrada con jugadores de más edad y solo quedaba una plaza disponible. Prefirieron un pívot a otro escolta porque ya tenían esa posición bien cubierta. Leroy Smith es el nombre de ese pívot. Jordan, que estuvo tentado de abandonar el baloncesto por este revés, quedó relegado al equivalente al equipo B donde pasó un año en el purgatorio. La temporada siguiente, aprovechando el estirón de unos 10 cm que dio en verano, consiguió plaza en el equipo, donde se convirtió en su mejor jugador promediando un triple-doble con 29.2 puntos,11.6 rebotes y 10.1 asistencias por partido. Este episodio quedó grabado en su personalidad: durante años utilizó el seudónimo “Leroy Smith” al registrarse en los hoteles.





Irónicamente, en el draft de la NBA del 84 todos buscaban un hombre grande: Houston eligió en primer lugar a Akeem Olajuwon para formar una imponente presencia interior junto a Ralph Sampson. Portland, que ya tenía un gran escolta como Clyde Drexler, escogía en el segundo turno a Sam Bowie. Los Bulls, que se habían quedado sin los dos centers más apetecibles de aquel año, no tuvieron más remedio que elegir en el número 3, a un escolta, un tal Michael Jordan, que según decía Thorn sí, era un gran anotador pero que tampoco era como para volverse loco. Las declaraciones del general manager de los Bulls, cubriéndose de gloria, dejan claro que ni en Chicago tenían puestas demasiadas expectativas en el potencial de Jordan. 





Mike ganó seis anillos con Chicago Bulls, promediando 30.1 puntos por partido en toda su carrera, el mayor promedio de la historia de la liga. Además ganó 10 títulos de máximo anotador, 5 MVP de la temporada, 6 MVP de las Finales, nombrado en el mejor quinteto de la NBA en 11 ocasiones, en el defensivo 9 veces, líder en robos de balón durante 3 años, un premio al mejor defensor de la temporada, 14 veces all-star, 2 medallas de oro olímpicas y nombrado mejor jugador de la historia de la NBA. Entonces ¿debería haber sido número 1 del draft?...




Tras siete largos años, tras muchas temporadas en las que chocaba contra el muro que supuso primero el cénit de la dinastía de los Celtics y después el surgimiento de los Pistons, que acababan una y otra vez con las aspiraciones de unos Bulls que no llegaban nunca a la Final. Chicago entraba por fin. A esas alturas, Jordan coleccionaba suficientes premios individuales para, incluso por separado, justificar toda una carrera, pero era el anillo lo único que justificaba todo el esfuerzo. Regado de champán y abrazado al trofeo, Larry O’Brien nos describía como Jordan lloraba en el vestuario mientras el resto del equipo lo celebraba a gritos. Con la mirada perdida, se gira hacia su padre, que lo acompañaba en ese momento, y murmura, como si aún no se lo creyera. El primer anillo, el de la canasta con cambio de mano en el aire, el de las lágrimas de Jordan.





Precisamente su padre fue su verdadero guía, su verdadero ídolo, tenían una muy buena relación hasta que el 23 de julio de 1993 James Jordan era asesinado mientras reposaba en el área de descanso de una carretera en Lumberton, el golpe más duro que Michael Jordan recibió jamás…


Lo que provocó su retirada el 6 de Octubre de 1993, desmotivado y aun conmocionado por la muerte de su padre, Michael, con 30 años y tras conquistar 3 anillos de la NBA, abandonaba el baloncesto.







Sorprendiendo a propios y extraños, Jordan firmaba un contrato con los ‘Chicago White Shox’, un equipo de… ¿béisbol?, nada más y nada menos que de la American League, comenzar a jugar al béisbol era una vieja promesa que hizo con su padre…







Pero tras jugar algunos partidos Jordan se daba cuenta de que el basket era su vida realmente, que todavía quedaba algo por hacer sobre el parquet, que la ciudad de Chicago le necesitaba, los Bulls le necesitaban y sobre todo, el mundo del baloncesto y del deporte tenían la grandísima necesidad de ver de nuevo a ‘AIR Jordan’ .

Así fue, el 18 de marzo de 1995, Mike sólo pronunció 2 palabras en un boletín de prensa, ‘I’m back’ (he vuelto).





Número 45, puesto que el 23 se lo habían retirado a él mismo, tras buenas actuaciones pero la eliminación del equipo en semifinales de conferencia, empezaron las críticas, entonces fue cuando se despertó a la bestia…




Tras un verano en el que Mike no dejó de entrenar ni un segundo, la temporada 95-96, Chicago Bulls lograba el mejor récord de la historia de la NBA, dejando el registro en 72 victorias por tan sólo 10! Derrotas, ahora sólo quedaban los play-offs… pero bien avisaba el base del equipo Ron Harper, ‘don’t mean a thing wthout the ring’ (no sirve de nada sin el anillo).




Y sí, Chicago llegaba a la final y lograba ganarla, casualmente el partido definitivo de la final coincidió con el día del padre en EEUU, tras la bocina final, Jordan se agarró al balón y no dejó de llorar durante más de dos horas sin soltar el esférico, mientras sus compañeros celebraban el triunfo, lo había hecho, por su padre, había vuelto de verdad.





Al año siguiente llegaría un nuevo título y en la temporada 97-98 Chicago también llegaba a las finales de la mano de Jordan, el 15 de junio de 1998, en dichas finales de la NBA, Chicago Bulls dominaba la serie 3-2, a falta de una victoria para alzarse con lo que sería el sexto anillo de Jordan, tercero seguido…40 segundos le separaban de la gloria en ese partido y sucedió ésto…




Es la escena que por situación, narración, y emoción más me ha marcado de Michael Jordan, tras anotar la considerada mejor canasta de la historia dejando en el suelo a Byron Russel, Mike se retiraba del baloncesto indicando ¡SEIS!, seis anillos, seis campeonatos, seis NBA. Michael Jordan silenciaba al mundo con una genialidad.




Desde 1983 ha aparecido en la portada de la prestigiosa revista deportiva ‘Sports Illustrated’ en 50 ocasiones, además de ser nombrado ‘deportista del año’ en 1991, ‘Mejor atleta del siglo XX’ por ESPN. 

La llegada de Jordan a la NBA transformó para siempre no solo la liga, ni el baloncesto, sino el deporte profesional. Hasta entonces, tanto económica como publicitariamente, el baloncesto era un nicho relativamente pequeño. Apenas un grupo de los mejores jugadores de la NBA anunciaban sus botas deportivas Converse (la marca más famosa a principios de los ochenta) en unas promos bastante cutres, la verdad. En ese momento irrumpió Jordan acompañando a su representante David Falk.  

Nike les ofertó lo que ellos buscaban: convertir a Jordan en un icono publicitario a través de anuncios cuidados, transmitiendo una imagen irresistible de elegancia dentro y fuera de la cancha, vinculando su producto a los éxitos (posibles éxitos en aquel momento, no lo olvidemos) del jugador de los Bulls.



La imagen de Jordan se asoció a inolvidables anuncios tanto de Nike (entre otros muchísimos, destacan 'Failure', 'Let your game speak' o 'Tell me'), como de Gatorade ('be like Mike' o 'Jordan Vs Himself') y, a un nivel más convencional pero muy gracioso, Mcdonalds (compitiendo con Larry Bird).







Finalmente, el mejor jugador de baloncesto de la historia, con 38 años, VOLVÍA A UNA CANCHA, volvía a la NBA el 25 de septiembre de 2001, anunciando que donaría su sueldo a las víctimas del atentado del 11-S y que jugaría con Washington Wizarzds, 22.9 puntos de media, y 5.2 rebotes… Sin palabras. 




Hasta que en 2003 con 40 años, y tras anotar por ejemplo 43 puntos en uno de sus últimos partidos, 





a final de temporada se retiraba tras recibir ovaciones de varios minutos en los diferentes pabellones que visitaba con los Wizards, ‘Queremos a Jordan’ gritaban las aficiones rivales. 



Se apagaba la estrella para siempre, se iba Dios disfrazado de jugador de baloncesto.






Recomendación:



-‘Puedo aceptar el fracaso, pero no puedo aceptar no intentarlo.’(Michael Jordan)


-He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. 26 veces han confiado en mi para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida y eso es por lo que tengo éxito. ’(Michael Jordan)



-Nunca pienso en las consecuencias de fallar un gran tiro … cuando se piensa en las consecuencias, se esta pensando en un resultado negativo. ’(Michael Jordan)



-‘Juego para ganar, durante los entrenamientos o en un partido real, y no voy a dejar nada en el camino, de mi o mi entusiasmo para ganar. ’(Michael Jordan)

-‘No estoy sudando durante tres horas todos los días solo para saber que es lo que se siente sudar. ’(Michael Jordan)

-‘ Si aceptas las expectativas de los demás, especialmente las negativas, entonces nunca cambiaras el resultado. ’(Michael Jordan)

-‘Algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con que pase, otras hacen que suceda. ’(Michael Jordan)

-‘El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos. ’(Michael Jordan)

-‘Para tener éxito hay que ser egoísta, o nunca lo lograra. Y cuando llegue a su nivel mas alto, entonces hay que ser desinteresado. Mantengase accesible. Mantengase en contacto. No se aisle. ’(Michael Jordan)

-‘Debes esperar cosas de ti mismo antes de que las puedas hacer. ’(Michael Jordan)

-‘Siempre he creído que si trabajas, los resultados vendrán solos. No hago las cosas a medias, porque sé que si lo hago entonces solo puedo esperar tener resultados a medias’(Michael Jordan)

-‘Mi actitud es tal que, si me empujas hacia algo que piensas es una debilidad, entonces daré vuelta esa debilidad percibida y la convertiré en una fortaleza. ’(Michael Jordan)

-‘Solo juega. Diviertete. Disfruta el juego. ’(Michael Jordan)

-‘Quien dice que juega al limite, es porque lo tiene. ’(Michael Jordan)

-‘Todo se resume en una sentencia muy sencilla: existen buenas y malas maneras de hacer las cosas. Usted puede practicar el tiro ocho horas diarias, pero si la técnica es errónea, sólo se convertirá en un individuo que es bueno para tirar mal. ’(Michael Jordan)

-‘Paso a paso. No concibo ninguna otra manera para lograr las cosas. ’(Michael Jordan)

-‘He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito’’(Michael Jordan)
-‘ Cuando uno es competidor y quiere ganar, nada es trivial.’ Michael Jordan (1987).




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