lunes, 6 de abril de 2015

TIBURÓN DESATADO


'Algo se mueve al norte de la ciudad', ésa era la sensación que invadía a la gente según se aproximaba al Santiago Bernabéu minutos antes del Real Madrid-Granada. Lo que pintaba como una mañana apacible de domingo, colofón a unas vacaciones de Semana Santa con magnífico tiempo y los consiguientes viajes a la costa, se fue convirtiendo poco a poco -al ritmo de los acordes más célebres de Spielberg- en el epicentro futbolístico mundial, atrayendo a todos los aficionados como un imán potentísimo en el lateral más señalado de la Castellana.


La fuerza del universo con acento portugués y número 7 a la espalda elegió el Domingo de Resurrección para resarcirse de su mediocridad en los últimos tiempos y volver a intimidar a todos los curiosos. El Cristiano más devoto del fútbol volvió a desatar su furia, esta vez en forma de 5 goles en 90 minutos, con una de las actuaciones más memorables que se recuerdan en Chamartín.

La defensa del Granada huía de la escena del crimen del mismo modo que lo hacían los miles de privilegiados de las playas, inmersos en plena operación retorno. Efectivamente, Cristiano Ronaldo estaba regresando 3 meses después para desatascar el engranaje merengue tupido desde aquel Mundialito de Clubes contraproducente. 


El 9-1 final que reflejó el marcador no sólo sirvió para que los escépticos volvieran a creer en la BBC y pactaran una tregua con Carletto, sino que además sumó más de 3 puntos para un conjunto blanco que eleva sus aspiraciones a Mayo con el agua más purificada posible.

El resto de jornada liguera quedó eclipsado por el citado encuentro y los descafeinados concursos de Barça, Valencia o Atleti. Además, el eco de la jornada de selecciones todavía seguía presente, y es que el estado de la gestión de Vicente Del Bosque pasados 9 meses de su fecha de caducidad comienza a ser excesivamente alarmante... Los jugadores de la Selección Española capitaneados por Iker Casillas sumaron una concentración más de paseos e indolencia, poniendo en entredicho su cartel de favoritos para la próxima Eurocopa de Francia 2016.


Mientras tanto, al otro lado del charco, el punto fuerte de la semana no estuvo en el regreso de Paul George y sí en el tenis femenino, gracias al pundonor de la tenista española con más prestigio desde los tiempos de Arantxa Sánchez Vicario, Carla Suárez (TOP 10). 


La canaria se plantó con solvencia en su primera final de un Masters 1000, aunque su tope quedó fijado en la cita, puesto que nada pudo hacer ante la irrupción con fuerza sobrehumana del otro tiburón de la semana, ese escualo depredador de Míchigan llamado Serena Williams.

La mejor tenista de la historia trituró en 56 minutos a nuestra candidata en la finalísima de Miami (6-2 y 6-0) pero no consiguió eliminar el buen sabor de boca que dejó la aspirante en el transcurso del campeonato, ni tampoco algo fundamental para el futuro inminente, la esperanza.


Dicho esto, con los Números 1 de esta nueva entrega bien definidos, debemos afrontar los próximos siete días 'postvacacionales' mirando de reojo la enseñanza que han dejado entrever, al fin y al cabo estos protagonistas siguen demostrando al mundo hasta donde se puede llegar cuando se hace todo lo posible por alcanzar un sueño vital. En este caso llegar al Número 1 del planeta sin preguntar por el precio, situarse en el trono y sólo descansar un leve instante para mirarlo todo desde arriba, suspirar y seguir dominándolos a todos.

Los recientes socavones provocados en el Santiago Bernabéu y el Crandon Park Tennis Center de Miami así lo corroboran...

Sed felices.

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