jueves, 26 de enero de 2017

THE PROCESS


Joel Embiid tardó en debutar en la NBA 854 días. Sí, más de dos años enclaustrado por las lesiones, sin tocar un balón, y entre otras cosas, asumiendo la muerte de su hermano menor (víctima de un atropello en Camerún). Días donde Philadelphia se convirtió en su prisión y noches en las que su equipo se afianzó como el peor de la liga. Unos Sixers anclados en su crónico 'pudo ser y no fue' con Allen Iverson en la memoria y más camisetas en canchas callejeras que en pabellones.

Pero de vez en cuando ocurre (sobre todo en el paisaje variopinto y rotatorio de la NBA) que aparecen aspirantes, personajes e historias (probablemente en ese orden), y cómo no, la conjunción de todo ello hace que el producto se venda sólo.


Y ése es el caso de este camerunés que en 2014 y con 20 años aterrizó en Pennsylvania para jugar en la mejor liga del mundo.
Hoy, algo se mueve en las calles de la ciudad que escuchamos por Bruce Springsteen y vimos por Tom Hanks y Denzel Washington. Se habla de ilusión, de optimismo y de mejoría, pero por encima de todo, hay algo que no se deja de repetir: "TRUST THE PROCESS ".

El pasado 1 de noviembre, el speaker del Wells Fargo Center presentó al dorsal 21 como Joel "The process" Embiid, y 18 puntos y 10 rebotes después (firmó su primer doble-doble), la afición entendió cuál era el proceso.

A partir de ahí y hasta la actualidad, el 'rookie' promedia 19.8 puntos, 7.8 rebotes y 2.1 asistencias. Estadísticas que multiplican su valor si tenemos en cuenta que Embiid no puede jugar más de 25 minutos (limitación para prevenir una recaída de su lesión). Y es que el pívot de 2,13m no sólo es el único jugador con +/- positivo de todo su equipo, sino que con un teórico número de minutos normal, sería el más determinante de la NBA.


Conjeturas que ya están ahí condimentadas con una buena dósis de realidad. Porque pese al mal inicio de los Sixers, tras la adaptación progresiva de su nueva estrella y la explosión de un grupo diverso y talentoso con nombres como Sergio Rodríguez, Nerlens Noel, Dario Saric o Ersan Ilyasova, 2017 ha arracando con un balance de 9 victorias y 3 derrotas para Philadelphia. Saldo más que positivo que devuelve la sonrisa a la ciudad.

Estadísticas aparte, convendría quedarse con el ambiente que ha generado este grupo promovido por su figura. En 'Phila' todos suman, y por eso ayer levantaron 19 puntos ante los Clippers de Blake Griffin. Una hazaña que Joel Embiid vio desde el banquillo (baja 2 partidos), pero donde la cámara no se separó de él: gestos, celebraciones, gritos y una sonrisa que despejaba dudas. Es una estrella.

Ahora ya nadie sabe cuál será el límite, ni cuándo ni cómo acabará esto. Pero con su compañero Ben Simmons a la vuelta de la esquina (número 1 del draft), The Proccess vislumbra play-offs..., y lleguen o no seguirá confiando. Total, ya convirtió la tortura en aplausos.



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