lunes, 23 de marzo de 2015

AZUL BLAUGRANA CASI BLANCO

Una corriente mayoritaria de aficionados y periodistas pronosticaba un KO truculento para el Real Madrid en el partido de partidos. Las estadísticas de las últimas semanas daban la razón a los dueños de ese presagio, pero había algo que se escapaba a su alcance: el Madrid es el Madrid siempre y sobre todo en las grandes ocasiones.

La puesta de largo de los dos conjuntos sobre el verde fue la esperada, sin sobresaltos en las alineaciones y con un empuje inicial del equipo local arropado por su afición exaltada.


Fue Jeremy Mathieu actor secundario por sorpresa gracias al balón parado y al guante de Lionel. El minuto 14, el momento para que el francés adelantara a los azulgrana y sobre todo, el punto de inflexión para que el Real Madrid despertara de su largo letargo y erradicara en la hora siguiente cualquier vestigio de fatiga y derrotismo pasado.

Por debajo en el marcador, el equipo blanco se sentía como pez en el agua, y en ese contexto llegó el tanto de Cristiano Ronaldo tras una genialidad mágica del nueve y medio merengue, Karim Benzema.


Con el 1-1 en el luminoso, la BBC comenzó a funcionar mejor que nunca en los últimos 2 meses y al son de Karim, todo por detrás se conformaba como un engranaje perfecto que tiraba y tiraba hasta arrinconar a un Barça sin recursos aparentes. 


Con una defensa madridista rocosa y un centro del campo efectivo (Kroos y Modric al mando), se llegó al descanso, necesario para refrescar a un Barcelona sin ideas ni reacción. Y efectivamente, fue Suárez en la reanudación el agua balsámica que los azulgranas imploraban a los dioses, con un purificador 2-1 inesperado en el minuto 10 de la segunda parte...


A partir de ahí, cambio de mando (o de trono según canal +) en el encuentro.
Mascherano puso firmes a los suyos en defensa y el Real Madrid comenzó a perder metro a metro la posesión mientras en la cabeza de cada jugador se repetía la misma frase: 'hemos perdonado'.

Así hasta el final, con un Neymar egoísta e intermitente pero con la clase suficiente como para intimidar una y otra vez, un Messi que divisaba la batalla desde lo alto de la colina a base de pases largos precisos y poco más, un director de orquesta viejo pero no caduco que salió al final -Xavi Hernández-, y por último, un Claudio Bravo que ya había ganado la partida a un inseguro Iker Casillas en la primera parte y se afianzó en la segunda como el portero de moda de esta liga: por arriba, por abajo y con los pies. En el banquillo del conjunto visitante había alguien parecido... (lo único rescatable junto a Varane de todos los suplentes del Real Madrid)


Tras la crónica de una muerte anunciada pero no a cualquier precio ni de la forma pronosticada, se puede afirmar con total honestidad que hay Liga. Cuatro puntos de diferencia y un abril de tormenta para los azulgranas, con las visitas a Sevilla y a Cornellá de Llobregat, el recibimiento de un Valencia inmenso (ojo), y un viaje de ida y vuelta a París con Verrati e Ibra como invitados de lujo en el Camp Nou, todo ello, marcará la diferencia entre ser o no ser, dictaminando quién se sentará en el trono de hierro en el mes de Junio...


Cambiando de tercio, la semana anterior pasará a la historia como aquella en la que Irlanda revalidó el VI Naciones de rugby 32 años después. El paseo de los de Joe Schmidt en Edimburgo ante la 'cuchara de madera' del torneo (10-40 a Escocia), a punto estuvo de quedar eclipsado por el empuje de Inglaterra ante Francia en el Twickenham de Londres. El abultado 55-35 que reflejó el marcador no fue suficiente para el XV de la Rosa, que se quedó a tan sólo un try de coronarse campeón.


La Copa del Mundo que precisamente se celebrará en Inglaterra a partir de septiembre, puede ser el escenario perfecto para que el país anfitrión se tome su venganza ante el XV del trébol, homenajeando de paso al jugador más emblemático de la historia del rugby en el que hubiera sido su terreno preferido, Jonny Wilkinson y el Mundial...

De clásicos a clásicos y sin pasar por alto la retirada a los 41 años del eterno oasis de Arizona, Steve Nash, que el sábado dijo adiós a la NBA como laker, pero cuyo recuerdo siempre será el del playmaker descarado de los Suns (2 MVP), 


es hora de rendir un pequeño pero obligado homenaje al séptimo arte. Y es que el 22 de marzo se cumplieron 120 años de la primera proyección cinematográfica a cargo de los Hermanos Lumière...


La realidad es que gracias a ese cinematógrafo inical que se paseaba de feria en feria y de ciudad en ciudad, podemos decir que más de un siglo después, el cine se ha convertido en el medio perfecto para hacer real todo lo que el ser humano pueda ser capaz de vivir y de soñar. La retroalimentación del invento entre todas las personas del planeta, su afición y sus circunstancias, así como la pasión de muchas mentes por filmar cualquier recoveco de la historia (real o inventada), hacen que hoy en día, tras un desarrollo mayúsculo y sin precedentes, no sólo hablemos de 'séptimo arte', sino que propaguemos a los cuatro vientos que el cine es indispensable, imperecedero y un vehículo de lujo para la cultura y la integridad humana.

A continuación, el primer y más breve cortometraje de la historia, la famosa 'Salida de los obreros de la fábrica' con la que los Hermanos Lumière consiguieron silenciar al mundo durante 46 segundos en 1885.



El tiempo pasa y la calidad se desarrolla en todos los ámbitos y disciplinas, así es como se debe entener la vida, siempre como progreso. El cine desembocó una de sus vías en el profundo, amplio y atractivo mundo de las series de televisión. Hoy en día el prestigio de éstas casi ha igualado el de la gran pantalla. Hacen falta buenas ideas, buen equipo, buena financiación y buena audiencia para que el proyecto prospere (fundamentalmente más allá del monopolio estadounidense).

Por ese motivo, en esta nueva entrega de Los Lunes del Imparcial, el Número 1 invita a todos los lectores a disfrutar esta noche de una serie española novedosa y con estrella, cuyo futuro pende de un hilo, inexplicablemente, tras cuatro capítulos mágicos, debido a la dura competencia de lo que muchos denominan como 'telebasura'. El Ministerio del Tiempo merece una oportunidad, aunque sólo sea por una originalidad que se pedía a gritos, una crítica humorística y necesaria a todo lo que nos rodea y, por supuesto, el trasfondo cultural e histórico por el que se guía. ¿Quién nunca ha soñado con viajar atrás en el tiempo a cualquier punto de la historia? Los lunes a las 22:00 es posible...



Sed felices.

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