lunes, 9 de marzo de 2015

CINCO ESTRELLAS


Hay presentaciones que impactan, sorprenden y enardecen, todo en uno. Del mismo modo que hay despedidas que nublan la vista, agarrotan y entristecen el corazón. Es la vida, que tanto nos da y tanto nos quita.

Ahí estaba el genio de Joaquín Sabina el pasado sábado en Granada, la tierra donde quiso ser como Dylan, saliendo al escenario con el mismo esmero y la misma fuerza que la primera vez. Sublime. Una irrupción estelar de las que nunca se olvidan por mucho que se repitan, de esas con un foco persiguiéndole, detallándole y deleitando a su público. Con estrella.

El Palacio de Deportes de Granada vibraba con el temblor de la emoción por alguien que probablemente esté por encima del deporte y el cine -de los que tanto se hablan aquí-. Un ARTISTA con mayúsculas, la esencia de la canción de autor, de la poesía y de la vida de una generación vasta, profunda y reivindicativa.

No se me ocurre una presentación mejor para esta nueva entrega de Los Lunes del Imparcial. En una sociedad propensa a las etiquetas y los etiquetados, 5 estrellas siempre presagiaron algo bueno, algo superior, algo sobresaliente. Tanto en propios como en extraños, cuando se escuche a Don Joaquín Sabina nunca habitará el olvido y sí la celebridad y el recuerdo del que posee la máxima calificación.


La magia del deporte omnipresente hizo posible que el mismo día del concierto del hombre de voz rasgada y bombín característico, a tan sólo 100 metros, se disputase en Los Cármenes el derbi andaluz entre Granada y Málaga. Ese partido que se empieza a jugar ocho horas antes de las diez de la noche, entre tapeo y humor, todo rodeado de un buen tiempo marca de la ciudad y de la comunidad. Un lujo.

Pero no todo se quedó ahí el pasado sábado. Muy al norte del país, en concreto en Bilbao, miles de personas disfrutaron con el encuentro 5 estrellas del año, el acontecimiento señalado. Ese que se produce cuando el Real Madrid visita cualquier estadio del mundo. Más en un campo como San Mamés, prácticamente a estrenar y con el equipo más cultivado de la historia del fútbol español dispuesto a abrir las jaulas de sus leones...


En el desarrollo, Ronaldo, Benzema, Bale, Kroos e Isco, 5 estrellas blancas, cambiaron los papeles protagonistas en su actuación por el de figurantes, dejando paso a Aritz Aduriz, el 'Cristiano vasco', el león rojiblanco, el delantero de moda y el killer de 34 años, con 100 partidos menos que Messi a los 27 debido a las lesiones y un promedio goleador de escándalo. Bendito futbolista.

Un tanto suyo sirvió para derrotar al Real Madrid, poner la liga patas arriba y elevar al Athletic hasta los confines del cielo, tras avanzar hasta la final de Copa del Rey el pasado miércoles.


Ahí esperará el F.C. Barcelona, su homólogo copero en cuanto a títulos y su rival también a la hora de elegir el estadio en la final.
Qué manía la del conjunto catalán esa de solicitar campos ajenos como si de ellos fueran a depender los desperfectos posteriores... ¿fútbol y política? No, gracias. San Mamés ya se ha ofrecido, ¡adelante!


La cara B de esta historia, la versión triste y melancólica, se pudo ver el domingo por medio de dos hechos fatales.

El primero fue el ridículo esperpéntico de Rubén Castro, esta vez con su respaldo indirecto a los cánticos machistas que algo le deben sonar, precisamente en el día de la mujer. Estas son el tipo de cosas que hacen un flaco favor al progreso, a la sensatez y al desarrollo del siglo XXI. La rectificación posterior con un vídeo casero, orden del club, quizá fue el punto más humorístico y exasperante del asunto. Trogloditas habrá siempre y en todos los lados, pero sería de agradecer que no se mostráran en público...

En segundo y último lugar, como cierre, es obligatorio dejar el fútbol igual que al principio, por exigencias del guión de la vida misma y, en este caso, las mencionadas despedidas amargas, crueles y terroríficas.


Sea como sea el mundo, nunca será ya mostrado a los ojos de Santi Trancho. Un accidente trágico de moto se llevó ayer para siempre al cámara de Frank Cuesta conocido en toda España.
El protagonista que nunca se veía, pues su pasión siempre fue mostrar como nadie la realidad, educar la mirada de la gente, hacer real lo irreal de la fauna de Tailandia. Situar una jungla en el salón de cada casa a través de un foco y un pensamiento.

Generalmente cuando las personas mueren es cuando comienza la mitificación y se multiplican los halagos. En este caso nada se podrá considerar exagerado. Este chico de 32 años se labró un éxito profesional entre una competencia feroz. En una sociedad en la que cualquiera puede coger una cámara y salir a la calle, él no sólo consiguió que la gente en sus casas observara ojiplática el riesgo y las aventuras filmadas, sino que cualquier experto en la técnica, podía señalarle con el dedo y decirle 'TÚ eres el puto amo'.

Esa era su profesión, su calidad y ese será su legado. Un Número 1 cinco estrellas que no olvidaremos ni en 19 días, ni en 500 programas.



A pesar de todo y como siempre digo, sed felices. 
Hasta el próximo lunes.

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