No sería nada pretencioso afirmar que el pasado sábado, Paco Jémez se volvió a meter en el papel de J.K Simmons en Whiplash, sacando a relucir la versión estratosférica de su pupilo número 23, Alberto Bueno.
Ya lo decía el flamante ganador del Oscar como mejor actor de reparto en el filme, 'El jazz se muere. Si no intentas empujar a un músico más de lo esperado, entonces le estamos negando el mundo al siguiente Louis Armstrong o al siguiente Charlie Parker...' Y efectivamente, el entrenador del Rayo Vallecano, consciente de la bipolaridad reinante en el fútbol moderno, sometida al yugo de los billetes, se ha erigido progresivamente como el director de orquesta sobrenatural del fútbol humilde. Ha sabido exprimir mejor que nadie (incluído Simeone), el fútbol que sus jugadores podían guardar en el último recoveco de sus piernas y su imaginación.
Con métodos más o menos ortodoxos (algún futbolista se ha ido al banquillo a lágrima viva tras 20 minutos de partido), Paco Jémez ha compuesto la mejor sinfonía que se ha escuchado en Vallecas, probablemente, en toda su andadura por el fútbol profesional.
En el partido de liga ante el Levante, Alberto Bueno, al estilo Miles Teller en Whiplash, se marcó un solo de batería de 15 minutos, en los que anotó 4 goles, pasando a los anales de la historia del equipo de Vallecas y, por supuesto, de la Primera División española, al ser el primer jugador en lograr esa marca.
Efectivamente, como ya sabía Paco antes que nadie, la motivación y constancia del ariete le pusieron por un día al nivel de extraterrestres como Cristiano Ronaldo o Leo Messi.
(Ahora piensen en Jémez levantando el puño para cortar la fiesta de celebración, aquí no vale relajarse, hay que seguir currando...)
Con respecto a la tarea semanal de Real Madrid, Atlético de Madrid y F.C. Barcelona, en el conjunto blanco, la BBC permaneció oxidada una semana más -Benzema se apagó como las dos estrellas que le acompañan-, así como su centro del campo (exhibición táctica del Villarreal en el Bernabéu), de modo que el equipo -o Marcelo y Casillas-, sólo fue capaz de empatar (1-1) en su feudo ante el conjunto que mejor juego plantea de la liga, el Villarreal, que tras dar salida a Vietto y Trigueros en la segunda parte, hizo temblar los cimientos de la defensa merengue, dando un recital de fútbol de autor sobre el verde.
El Atlético de Madrid, ante el regreso de Koke, se puede decir que sigue esperando a Godot desde aquel 4-0 de sobremesa un mes atrás, y es que la derrota en Champions de la semana pasada ante el Leverkusen y el empate a 0 ante el Sevilla en liga, dejan a los rojiblancos en una pequeña crisis de resultados y quizá, de identidad.
En el partido de liga ante el Levante, Alberto Bueno, al estilo Miles Teller en Whiplash, se marcó un solo de batería de 15 minutos, en los que anotó 4 goles, pasando a los anales de la historia del equipo de Vallecas y, por supuesto, de la Primera División española, al ser el primer jugador en lograr esa marca.
Efectivamente, como ya sabía Paco antes que nadie, la motivación y constancia del ariete le pusieron por un día al nivel de extraterrestres como Cristiano Ronaldo o Leo Messi.
(Ahora piensen en Jémez levantando el puño para cortar la fiesta de celebración, aquí no vale relajarse, hay que seguir currando...)
Con respecto a la tarea semanal de Real Madrid, Atlético de Madrid y F.C. Barcelona, en el conjunto blanco, la BBC permaneció oxidada una semana más -Benzema se apagó como las dos estrellas que le acompañan-, así como su centro del campo (exhibición táctica del Villarreal en el Bernabéu), de modo que el equipo -o Marcelo y Casillas-, sólo fue capaz de empatar (1-1) en su feudo ante el conjunto que mejor juego plantea de la liga, el Villarreal, que tras dar salida a Vietto y Trigueros en la segunda parte, hizo temblar los cimientos de la defensa merengue, dando un recital de fútbol de autor sobre el verde.
El Atlético de Madrid, ante el regreso de Koke, se puede decir que sigue esperando a Godot desde aquel 4-0 de sobremesa un mes atrás, y es que la derrota en Champions de la semana pasada ante el Leverkusen y el empate a 0 ante el Sevilla en liga, dejan a los rojiblancos en una pequeña crisis de resultados y quizá, de identidad.
Por último, el F.C. Barcelona, borró las dos primeras letras de su MNL, fruto del contraste de indolencia de Messi y Neymar con la potencia de Luis Suárez en Granada (1-3).
Cambiando de tercio, esta semana que concluímos, pasará a la historia como la de la tercera recaída de Derrick Rose en su ligamento de cristal (una pena para los que amamos el baloncesto), el nacimiento por segunda vez de Fernando Alonso y el principio de retorno de Rafa Nadal, que ganó en Buenos Aires su primer título desde Roland Garros, 6-1 y 6-4 a Juan Mónaco, igualando los 46 títulos de Guillermo Vilas sobre la tierra batida. Welcome Back campeón, 'Los Lunes del Imparcial' reclaman indeleblemente muchas portadas tuyas en el futuro...
Sed felices.
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