lunes, 8 de diciembre de 2014

MARC MÁRQUEZ CRUZA LA META DE LA PERFECCIÓN


En octubre de 2013, cuando Marc Márquez se disponía a comenzar el último Gran Premio de motociclismo de la temporada, los aficionados sabían que esa parrilla de salida era diferente a todas las que se habían visto en la historia del deporte de motor. Allí, ese chico de 20 años, estaba a punto de proclamarse campeón del mundo de MotoGP por primera vez. Ese piloto catalán nacido en Cervera, aspiraba a batir el récord de precocidad en conseguir tan distinguido campeonato, del mismo modo que dejaba patente que su sueño se había convertido en realidad, puesto que los posters de Valentino Rossi que habían decorado al milímetro su habitación desde pequeño, habían dado paso a una pugna real sobre el asfalto, milésima a milésima, con el mejor piloto de todos los tiempos hasta la fecha.
Esa carrera iba a ser la recompensa al trabajo bien hecho desde que con 4 años, Márquez se subiera a una moto por primera vez. En el box de la familia del piloto, se encontraban sus padres, dos personas que siempre estuvieron entregadas a la causa y supieron guiar a un niño con un talento inusual y una madurez inaudita sobre dos ruedas. Su representante y amigo, Emilio Alzamora, se apoyaba sobre el muro de dirección que le separaba de su pupilo. El recorrido histórico que habían realizado juntos estaba ligado a una palabra: éxito. Desde que Márquez diese el salto al Mundial de 125cc, se formó una alianza entre ambos en la que los triunfos y los récords se convirtieron en protagonistas: 

  • Segundo piloto más joven en subir a un podio mundialista. (GP de Inglaterra de 2007)
  • Segundo piloto más joven en conseguir una pole position. (GP de Francia en 2008)
  • Campeón del mundo más joven de la historia de 125. (2010, 17 años)
  • Campeón del mundo de Moto2. (2012)
  • Tercer puesto en el GP de Australia de 2011 tras partir en el puesto 38...
  • Piloto menor de 20 años con más victorias. (25)
  • Récord de puntos en  el mundial de Moto2. (299)
  • Piloto más joven en subir un podio de MotoGP. (20 años y 49 días, GP de Qatar de 2013)
  • Piloto más joven en ganar una carrera de MotoGP. (20 años y 63 días, GP de Austin de 2013)
  • Primer rookie que gana en Laguna seca (EEUU, 2013) 

La situación era emocionante y llamativa. Los pilotos se dispusieron a hacer el warm up (vuelta de calentamiento) cuando el circuito de Ricardo Tormo estalló en vítores de animación que no escondían el nerviosismo por la cita. Ese giro que precede a todas las carreras se realiza siempre con sumo cuidado, a una velocidad anormalmente reducida y en aquel instante, hubo tiempo también para pensar que en apenas dos minutos, la carrera se lanzaría a la velocidad máxima posible, situación que Márquez dominaba con gran destreza, pero cuya contraposición era el grave peligro al que se exponía, lo cual le había llevado a vivir todo tipo de caídas y de lesiones:

  • En 2007 fue arrollado por un rival, rompiéndose el cartílago de crecimiento de la tibia.
  • En el GP de Jeréz de 2010 salió disparado de la moto y se dislocó el hombro derecho. En Brno se dislocó el izquierdo.
  • En 2011 una caída en unos entrenamientos casi le hacen perder la vista. Estuvo 3 meses con visión doble.
  • En 2013 se cayó de la moto a 300 km/h en el GP de Italia, lo que le provocó una abrasión en la barbilla.
El desarrollo de la carrera fue un calco de la vida y obra sobre dos ruedas de Marc Márquez. La expectación e ilusión inicial por la cita y la tesitura del piloto, dejó pasó, progresivamente, a la tranquilidad. El de Cervera efectuaba cada giro en posiciones de podio, demostrando un control absoluto. Finalmente, el protagonista se encargó de convencer al mundo con varias vueltas de antelación, de que ese día iba a ser el campeón más joven de la historia de MotoGP porque era el elegido, era el profeta del motociclismo.



Efectivamente, así fue. 20 años, 59 kilos de peso y 1.68 metros de estatura era la edad y la medida del nuevo rey de las motos.

A partir de ahí, ya como número 1, esta temporada su ambición y pasión por las dos ruedas le ha llevado a revalidar el título de la manera más apabullante que se recuerda. 
Cuando un piloto va tan al límite, su hábitat natural debe ser la categoría reina, MotoGp. Es ahí donde Marc Márquez ha conseguido más victorias que nadie en una sola temporada (13), ha igualado el récord de victorias consecutivas de Agostini (10), y se ha proclamado bicampeón del mundo (el más joven) a lomos de su Honda RC213V.

Su apodo es 'el niño', lo que es comprensible con tan sólo leer cuántas veces aparece la palabra 'joven' en su lista de récords. Un campeón por fuera y, según dicen, por dentro, pues su vida ha girado siempre en torno a una moto, desarrollando sus capacidades con un enorme sacrificio, una admirable humildad y un sueño ahora real. En la actualidad, con millones de seguidores y con la certeza de que gracias a su trabajo y a su talento, el futuro le augura infinidad de éxitos. Esto sólo acaba de empezar. 21 años parece que dan para mucho...

'Marc Márquez es excepcional porque tiene los condicionantes para serlo: tiene talento, es muy trabajador y su esfuerzo, su sacrificio es altísimo y lineal. Además, como persona es humilde y asequible para los aficionados. Es excepcional' (Emilio Alzamora, su mánager.)
'Tengo amigos que, en los fines de semana en los que hay carreras, me envían e-mails preguntándome a qué hora corre Márquez. No a qué hora son las carreras. Márquez es ciudadano del mundo, ha sido adoptado por todos, es patrimonio de la humanidad' (Gavin Emmett, comentarista inglés.) 


No hay comentarios:

Publicar un comentario